La mujer de mi sueño

Toda la noche anduvo por mí cuerpo causándome un enorme escalofrío, mis piernas temblaban como hoja de papel al sentir su cuerpo blando, y no sentía el calor.

La cabeza pequeña suele estar protegida por un pronoto en forma de escudo. Adornadas con antenas filiformes y ojos compuestos muy pequeños, que no me permitiría entender por qué su aliento me causaba una leve incertidumbre porque en realidad no sabía que era lo que buscaba en mí.

Cada acción que hacía me ponía los pelos de punta y sentía esa sensación enorme por acercarme a ella, porque era irresistible a sus caricias.

Sufrí mucho en ese momento por la forma en que me respiraba. Pero cuándo por fin pude abrir los ojos, encendí un bombillo, vi que era de color pálido y velozmente salió de mí vista tras aplicarme un suero que me cortó la respiración que impidió despedirme. Ella tenía el don para manipularme.

Ya cuando por fin descubrí que no le interesaba nada de mí, que sólo era para fastidiarme alimentándose de lo poco que le podía dar, se  escondió y jamás supe de ella hasta anoche que me apareció la muy interesada con su acompañante, al que ella le fue infiel el mismo día que decidió merodear por mi mejilla.

La vi por encima del mosquitero e hice el intento de hacer contacto con ella pero recordé que es peor que un víbora y por eso prefiero tenerla lejos de mi vista. Era una cucaracha.

Publicar un comentario

0 Comentarios