El legislador advirtió que los accidentes de tránsito representan la principal causa de muerte en la República Dominicana y una de las más altas a nivel mundial. Además, subrayó las graves secuelas que estos incidentes dejan en los sobrevivientes, muchos de los cuales quedan con discapacidades permanentes o en cuidados intensivos por largos periodos, lo que genera un alto costo para el sistema de salud y para el país en general.
"Nadie quiere matar a nadie"
El senador lamentó profundamente la pérdida de vidas en este tipo de accidentes, pero hizo un llamado a la empatía, señalando que el conductor involucrado en el siniestro era un hombre trabajador y honrado, que recorría largas distancias diariamente para mantener a su familia. “Nadie quiere matar a nadie, y los chóferes no son asesinos”, afirmó.
También hizo énfasis en que buscar culpables no es la solución y criticó a la sociedad dominicana por exigir derechos sin cumplir con sus deberes. Asimismo, reconoció los esfuerzos del presidente Luis Abinader en mejorar las infraestructuras viales, solicitando la ampliación a cuatro carriles de la carretera del sur, desde Peravia hasta Elías Piña y Pedernales, para prevenir futuros accidentes.
Un problema de educación vial
El senador también se refirió al problema de la educación vial en el país, señalando que muchos conductores no respetan las señales de tránsito. “En países desarrollados, la luz amarilla del semáforo significa detenerse; en República Dominicana, los conductores aceleran”, criticó.
Replantear las fiestas patronales
En otro orden, el senador planteó la necesidad de rediseñar el concepto de las fiestas patronales, argumentando que muchas han perdido su objetivo original de preservar la cultura local. Además, destacó que hay un exceso de celebraciones de este tipo, lo que desvirtúa su propósito.
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