El lugar luce destruido y abandonado mientras que los comerciantes haitianos se empoderan de las aceras del pueblo
En una situación desafiante, los comerciantes dominicanos se ven obligados a establecer puntos de venta en las afueras del mercado, enfrentando no solo las condiciones precarias del lugar, sino también una competencia desleal por parte de comerciantes haitianos.
El mercado, que solía ser el epicentro comercial de la zona fronteriza, ahora yace en ruinas y ha sido convertido en un almacén de plataformas metálicas utilizadas en las ferias habituales de los lunes y viernes.
Ante esta situación, la comunidad solicita a las autoridades a prestar una atención más cercana a este histórico punto comercial. Exigen medidas para restaurar el mercado, asegurando que los comerciantes puedan volver a operar en su interior, rescatando así la vitalidad económica de la región.
0 Comentarios